LA EMPRESA

Cuando éramos niños nos encantaba dibujar y expresar, sin darnos cuenta de que estábamos trazando unos mandalas en los cuales creábamos nuestro propio espacio sagrado o un lugar donde nos sentíamos protegidos y que nadie podía alcanzar. Lo que hacíamos era elaborar un centro en el cual generábamos todas nuestras energías, que entonces brotaban por todas partes. Y sigue brotando ahora ya desde la reflexión y ciertos conocimientos.

¿Por qué no volver a crear nuestros espacios sagrados a través del mandala? No podemos olvidar que en cada etapa de nuestra vida hemos formado un mandala en forma de pensamiento, sin saber que en esa figura mental se escondía la solución, la idea, la reflexión y otros tantos elementos que la vida nos ha dado la oportunidad de crear a partir de esa idea. Como vemos, estamos hablando de puntos de referencia para volver a ser conscientes de contenidos inconscientes del alma, sea para liberar nuestras fuerzas o para autocurarnos o bien elaborar y generar armonía interna.

Los mandalas que participen en el concurso se deben realizar sobre la base de nuestros propios diseños (Ref. 0544001, Ref. 544002, Ref. 544003… hasta la Ref. 544012), y para pintarlos se pueden utilizar los rotuladores que se incluyen con cada mandala o bien otros elementos como lápices de colores, rotuladores, tizas de colores, acuarelas, etc. Para participar no es necesario enviar el original, es suficiente con hacer llegar un escaneado o fotografía (de calidad) a karma@productoskarma.com o, si lo prefieres, también puedes enviarlo a la siguiente dirección: Librería Karma - Av. Paral·lel, 143 - 08004 Barcelona.

Todos los mandalas que recibamos antes del 15 de Febrero entrarán en el concurso, y de entre todos ellos escogeremos a los tres más originales, a los ganadores les obsequiaremos con premios de 200, 100 y 50€ respectivamente para comprar productos en nuestra tienda y publicaremos su mandala en la web.

Para realizar nuestro mandala es importante estar en un lugar tranquilo, sin que nadie nos pueda interrumpir, con bastante luz, y efectuar algún ejercicio de relajación previa a su elaboración. Nos podemos acompañar se músicas evocativas o suaves en su interpretación, y se trata de estar atento a uno mismo y oír nuestra conciencia. Vamos a contactar con el niño interior y le vamos a dejar que se exprese en toda libertad.

No hay que preocuparse si no tenemos traza de dibujante o de pintor, solo es cuestión de sinceridad con uno mismo y capacidad de recogimiento. Tenemos todos ahí muy adentro la paleta del pintor que espera a que la usemos, sencillamente.

En cuanto a la elección de los colores, dejemos al inconsciente que elija el o los colores que le apetezcan en ese momento. Por ejemplo, se ha comprobado que en los mandalas efectuados en diferentes estaciones del año, existen diferencias en los colores utilizados e incluso en las formas.

Cada tazado, forma o lo que surja en un mandala tiene su significado y es precisamente ese momento justo donde se establece la conexión y relación con el YO profundo, el centro. El hecho de crear un mandala y observar sus formas y colores, es información para su creador y a partir de este instante se puede buscar e investigar en los símbolos y colores.

Descifrar los mandalas realizados permite vivir y actuar con otro estado de conciencia mucho más claro y definido, potenciando una mejor comprensión y amarse mejor a sí mismo.

Los mandalas expresan la belleza interna y la alegría, también los malos momentos, pero con la ventaja de que en el mandala existe la solución ofrecida por el inconsciente superior.

Entonces, ¿por qué no empezar a trabajar y disfrutar de los inmensos poderes que tienen los mandalas?