REVISTA DIGITAL PRODUCTOS KARMA

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	ENTREVISTA A MARIANNE COSTA Actriz y escritora, tallerista internacional y experta en Tarot Por Emmain

En algunas librerías francesas tienen en la sección específica de psicogenealogía estanterías enteras a rebosar con libros que tocan las más diversas índoles: de las más rigurosas a las más bizarras. ¿Cómo habéis vivido el proceso de degradación del término ‘‘psicogenealogía’’?
El término era tan genial (tan geniales como son ‘‘tarología’’, ‘‘psicomagia’’ y ‘‘psicochamanismo’’) que muchas personas se apoderaron de él para describir actividades que, por ser hasta cierto punto transgeneracionales, no tenían nada que ver con el trabajo del árbol tal como lo concebimos. Lo mismo sucedió con ‘‘tarología’’, y ahora está sucediendo con ‘‘psicomagia’’. El otro día leí en la web una definición totalmente equivocada y muy ‘‘mente cuadrada francesa’’ de un psicólogo universitario que pretendía explicar la ‘‘psicomagia’’. Estas cosas son inevitables. Pero fue por esto que Alejandro, en un momento dado, decidió volver a nombrar el trabajo específico que ahora llamamos ‘‘metagenealogía’’, es decir, el estudio del árbol familiar como trampa del pasado (repetición e imitación limitativa) y tesoro que incide en nuestra intencionalidad y crea la consciencia futura.

Vuestro nuevo y esperado libro es la culminación de un proyecto de diez años que a su vez engloba treinta y cinco de investigación y descubrimientos sobre el árbol genealógico. El libro comienza con un glosario. ¿Es un libro complejo o sólo para iniciados?
Hemos trabajado de una forma muy semejante a la de La Vía del Tarot: el libro sí, es bien gordito, pero muy ágil, y lleva un índice de temas bien desarrollado. Todos los capítulos empiezan con un prólogo de Alejandro Jodorowsky, muy en su estilo de ‘‘autobiografía iniciática’’. Es decir que, como La Vía del Tarot, este libro se puede hojear, consultar por temas o leer entero y estudiar a fondo si la persona está apasionada por el tema del árbol, o si trabaja en ello. Estos dos libros (La Vía del Tarot y Metagenealogía) son iniciáticos en el sentido de que se dirigen a TODOS, permitiendo a cualquier lector vivir su experiencia y su evolución personal a su propio ritmo. La finalidad de ambos es permitir que quien quiera ser autónomo frente al aprendizaje del Tarot o a la toma de consciencia de su árbol genealógico no dependa de nadie para emprender su viaje de auto-conocimiento. Era muy importante para nosotros dos dejar un legado completo, preciso, justo, de los inventos y de las técnicas curativas jodorowskyanas: Tarot, árbol, psicomagia aplicada a los nudos del árbol, psico-rituales, psicochamanismo y masaje iniciático. ¡Ya está hecho!

El trabajo con un libro, aunque sea tan completo y generoso como éste, ¿hasta qué punto puede sustituir el trabajo directo en un taller?
Esto depende de la tendencia de cada uno. Hay personas para quienes leer y asimilar solos es un gozo y una oportunidad de profundizar mucho. Hay gente que necesita ver las cosas para integrarlas. Hay gente que necesita ser amada, escuchada, tenida en cuenta, para que los conocimientos lleguen de su cabeza a su corazón y a su experiencia. Hay gente que necesita reírse, sentir en su cuerpo un cambio, o emprender un acto de belleza para después fijarse en la teoría y en la claridad mental. La diversidad de los seres humanos es maravillosa. Pero lo que he notado es que, desde hace ya siete años que ha salido La Vía del Tarot, los alumnos que vienen a un taller (donde sea, últimamente di uno en la Ciudad de México) son muy conscientes, están muy avanzados, y entonces la calidad del taller puede subir a niveles muy altos, aunque asistan algunos principiantes: la mente colectiva está más preparada, incluso la de la gente que no ha leído el libro. Es un fenómeno a la vez racional (más conocimiento) y ‘‘mágico’’ (el saber se difunde en una forma sutil).

¿Qué características debe reunir el ‘‘Héroe’’ de la familia, el redentor del linaje, que consigue trasformar las trampas mortales que guardan algunas en los verdaderos tesoros que se mantienen ocultos durante generaciones?
Los cuatro mandatos de la magia tradicional pueden aplicarse a cualquier trabajo de transformación interior: hay que ‘‘QUERER’’ ver el árbol y emprender el camino de la consciencia; ‘‘OSAR’’ hacerle frente a la trampa del pasado, cambiando poco a poco la mirada infantil por la lucidez integral del adulto verdadero, y darse una finalidad que nos corresponde de veras; ‘‘PODER’’ aceptar los viejos dolores y vergüenzas, sobrepasar las resistencias y emprender actos sanadores; y por fin ‘‘CALLAR Y RECIBIR’’, es decir, no tratar de sanar a los demás o de convencerlos, sino vivir su nuevo estado de persona sanada, y dejar que esto influya a quien está listo para emprender su propio cambio.

Resulta muy sorprendente descubrir la resistencia casi orgánica de los familiares para destapar las historias que salen de las reiteraciones habituales. ¿Por qué cuesta tanto que todos los miembros de una familia colaboren en la toma de conciencia?
Porque ‘‘mi sanación’’ no es la de mi hermano o la de mi mamá. La finalidad del trabajo del árbol es llegar a ser lo que uno es, y no lo que los demás hubieran querido que fueras. Es decir, vivir en el mundo con una consciencia implacable. A estas alturas, la familia se disuelve para entregarnos al mundo. Si otro miembro de la familia emprende su trabajo por su propio lado, es muy posible que, al final, se anude una nueva relación (entre padres e hijos, entre hermanos, etc.) pero esta relación se parecerá más a la de dos ermitaños o de dos santos (si han llegado los dos a un alto nivel de consciencia). ¡¡Imagínate que te vuelvas a juntar con tu hermano siendo tú Amma, la santa de la India que toma a la gente en sus brazos, y él Juan Pablo II!! Ya la relación se da en un nivel de amor transpersonal. No los imaginamos peleándose por un pedazo de pastel.

Con Alejandro siempre hacéis referencia al arte como elemento fundamental de conciencia, de sanación, de interrelación, ¿sería posible tener una definición del arte que obviamente difiere de la convencional?
El arte tiene como finalidad producir belleza. Pero la belleza, siendo el resplandor de la verdad, es indefinible: es de todos, como el perfume de un rosal, pero impalpable. Es el sentido que queda después que las palabras se disolvieron. Todo arte es un intento de llegar a dejar esta huella transpersonal, fugaz pero duradera, que es como la fragancia del dios interior.

¿Qué ha sido lo más maravilloso de la creación de este libro?
La posibilidad, después de que habíamos terminado como pareja, de seguir creciendo juntos y tener un diálogo siempre más apasionante, sublime, alegre. Las sesiones de trabajo (excepto algunas sanas peleas) se desarrollaron en una atmósfera de amor increíble. También era magnífica la perspectiva de entregar al público tal cantidad de informaciones útiles.

¿Qué ha sido lo más difícil?
Para mí, la necesidad de estructurar el libro y el paciente y tremendo trabajo de arquitecto que esto suponía. Con el Tarot era más fácil porque teníamos un objeto de referencia (las cartas). Pero la familia es de todos, y por esto tuve que hacer un esfuerzo muy intenso para ir ubicando los temas en su justo sitio, siempre buscando las referencias necesarias a la vez en la psicología y en el psicoanálisis, en las tradiciones espirituales, en el esoterismo, en el arte, etc. Fue una tarea titánica, pero creo haberlo logrado.

¿En qué estáis trabajando ahora?
Le he propuesto a Alejandro un proyecto de libro más corto, de entrevistas, que podría llamarse ‘‘Cuando seré Gurudowsky’’ o ‘‘El Maestro Invisible’’. Para mí, sin lugar a dudas, Jodorowsky es un maestro espiritual, quizás más aún que un artista o un terapeuta. Pero su ‘‘ashram’’ es ‘‘de bolsillo’’ y se puede armar en un café, un hall de hotel o una sala de conferencias; sus discípulos son la Humanidad entera; su ‘‘darshan’’ es su poesía, su sabiduría es la de sus chistes... Me encantaría poder hacerle preguntas sobre este tema, y que él, por fin, salga del armario del bufón y acepte enseñarse en plena luz. Pero me dijo ‘‘Bueeeeeno, a ver que pasa con Metagenealogía, y si funciona quizás lo haré’’. Así que si quieren leer este próximo libro, ¡compren primero el que sale ahora!

(Fotos de Alejandro y Marianne de Karine Delmas. Foto de Marianne de Marie Michelle Leandri)

	LA VÍA DEL TAROT Se describen los 78 arcanos del Tarot de Marsella y se sugieren modos de lectura que no buscan la previsón del futuro si no el desvelamiento de lo mas significativo de nuestro subconsciente y aquello por lo que debemos luchar. Edición bolsillo ilustrada.

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