| PUNTO DE LIBRO - Crecimiento Personal |
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Comentarios: Emmain
Coordinación:Asunción López |
Aliados para la vida
‘‘El juego de los animales de Poder’’
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Convencer en una entrevista a un exitoso editor para que te publique dos libros, tal y como está el mercado, es algo muy difícil. Para muchos escritores es algo imposible. Pero para Karina Malpica un solo encuentro con Juli Peradejordi, pocas horas antes de salir de viaje, significó el compromiso de la publicación de sus obras bajo el sello de su editorial favorita. Así lo contó la risueña autora mejicana y así lo confirmó el propio responsable de la editorial Obelisco en la presentación de ‘‘El juego de los animales de Poder’’.
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Con una cuidada presentación y en una práctica caja, descubrimos un libro de casi cuatrocientas páginas y una baraja con 54 cartas con 54 especies distintas de animales. A todo color, con unas bonitas fotografías y con tres cualidades, más el nombre, rodeando la imagen; estas cartas pueden ser una herramienta de reflexión, de sanación, de crecimiento. No hace mucho participé en un taller de trabajo personal conectado con los animales y las conductoras del mismo nos ofrecieron unas cartas que representaban los animales de poder, que hasta que han llegado las de Karina, eran las más recomendadas. De origen anglosajón, esas cartas han encontrado su relevo y progresión en las que nos ofrece Obelisco.
Conforme la tecnología y la búsqueda frenética de una supuesta comodidad nos alejan de la naturaleza van creciendo los desequilibrios físicos y mentales que nos empujan a buscar la sanación. No son pocos los occidentales que recurren a la sabiduría chamánica para restablecer lo que el acelerado ritmo de vida les está arrebatando. No son pocas las culturas que comprenden que los animales son maestros y emblemas de poder. Se hace necesario un retorno a los orígenes, el desvelamiento de que en lo natural se da la medicina. ‘‘La concepción chamánica nos ha legado su forma de mirar a los animales como si fueran un espejo externo de nuestra realidad interior.’’
Es lo que nos explica Karina Malpica: ‘‘Los pueblos antiguos consideran que la inteligencia cósmica, a la que ellos llaman ‘‘el Gran Espíritu’’, nos guía a través de determinadas señales que solían buscar en su entorno, como la configuración de las nubes o la aparición de ciertos animales por la zona’’. Pero a la vez, y gracias a su capacidad integradora y su rigurosa formación académica, Karina es capaz de decir con muy pocas palabras que también hay razones científicas que avalan ese redescubrimiento de la realidad terrestre compartida: ‘‘Los humanos recién hemos comprendido que el código genético es un lenguaje biológico. Las plantas y los animales hablamos el mismo idioma…’’
Lo que hizo Karina al escribir este libro y entresacar de entre las miles de especies las 54 representadas es ‘‘facilitarnos el contacto con la inteligencia cósmica, ésa que nos puede aconsejar oportunamente o que nos diagnostica una situación pasada, cuál es el reto y el futuro si logras vencer tu desafío’’. No os sorprendáis cuando uno de los animales de los que se recogen los hábitos, las cualidades, las expectativas y la simbología sea el animal humano, a pesar de lo equivocado que ha estado (en algunas civilizaciones) al creerse superior al resto de las especies. La gran aportación de Karina, según Olga Porqueras, es la incorporación al juego del animal-persona, porque amar a los animales y reconocernos como un canal más de poder y amor no nos debe hacer renegar de nuestra humanidad.
Otro de los aspectos en los que Karina Malpica incide para justificar este juego es en la inigualable capacidad destructora del Hombre hacia la naturaleza y a la vez su habilidad, a través de la Conciencia, de reconstruir, de proteger, de recuperar. Existen los mecanismos para evaluar nuestro negativísimo impacto medioambiental pero también para buscar soluciones como las que propone la entidad Chontachaka, que gestiona las hectáreas de bosque amazónico en Perú, y que apadrinan la autora y los compradores de ‘‘El Juego de los animales de Poder’’, o la Fundación WWF Adena, que también ha recibido parte de los beneficios de autor anticipados por la venta de dicho pack.
Karina Malpika sabe conectar con sus sueños y su realidad es más rica y está más conectada con el Universo y la Realidad que la de muchos que se jactan de ser profundamente racionales. Karina nos facilita con su intuición y su capacidad de investigación y estudio una reconexión necesaria: ‘‘Cada uno de nosotros, como fragmentos divinos que somos, (…) tenemos distintos animales de poder que con su ejemplo, su amor planetario y sabiduría nos guían y nos apoyan en cada etapa de nuestro largo camino.’’