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HEMEROTECA- Tomo III
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SEPTIEMBRE 1975 – Año IV – Núm. 34

 

ASTRONOMIA

GALAXIAS, ISLAS COSMICAS

 

Desde que en estas páginas de K-7 he transmitido mis conocimientos sobre lo que ocurría en alguna galaxia, caso de la colisión de algunas de ellas –dato comprobado y actualmente muy estudiado por la astronomía– como asimismo la captación de radiaciones que se recibían de las mismas, he recibido muchísimas cartas de lectores y amigos que me piden una sucinta aclaración de qué son y cómo están compuestas estas aglomeraciones de estrellas y polvo cósmico, como a su vez, indique cualquier fenómeno o particularidades que se observan en ellas.

 


Muy gustosamente, reúno en este artículo la contestación a las cartas que he aludido y para poder complacer a todos he creído mejor hacer una definición más amplia de qué son las galaxias y así de esta manera, cada uno de los consultantes encontrará inmersa en este escrito la pregunta que me había formulado.

 

 

 

¿QUE ES UNA GALAXIA?

Todos los cuerpos, sean estrellas, nubes de polvo, gases, etc., no se hallan esparcidos por todo el Universo al azar, sino que se encuentran todos ellos reunidos en pequeños o grandes grupos formando unas especies de remolinos, indicando con esta misma configuración que aun habiendo entre las diferentes estrellas que componen estos grupos distancias fabulosas en muchos casos, están todas ellas regidas por unas mismas fuerzas gravitacionales, siendo así, que cada galaxia se le puede y debe de considerar de que es un elemento con autonomía propia, en una palabra, cada galaxia por sí es como una isla o continente cósmico, que conjuntamente con todas las demás galaxias, forman el total universal.

 


Nosotros vivimos inmersos dentro de una galaxia, cosa archisabida y que la llamamos Vía Láctea.
Ahora bien, no todas estas agrupaciones de objetos celestes están formando un mismo cuerpo geométricamente igual, sino que muy al contrario, hay infinidad de formas y maneras de composición de estas galaxias y para que tengáis una idea más amplia de qué manera se presentan estas galaxias a la vista del astrónomo observador en el telescopio, adjunto una pequeña descripción de algunas de ellas, dando la explicación partiendo de un gráfico en que inicialmente salimos de los conglomerados globulares y partimos en dos brazos de galaxias espirales y galaxias barradas.

 


Como es natural, en esta explicación no daré la totalidad de las galaxias que hay, pero sí que la explicación que sigue es en definitiva formativa total para que se sepa sucintamente cómo son y cómo están formadas estas galaxias que hay en el cosmos.

 


El astrónomo Edwin P. Hubble, en 1925, mediante observaciones efectuadas desde Monte Wilson, logró demostrar la existencia de nebulosas en espiral y fue entonces que procedió a agruparlas en varios tipos fundamentales, y es este primer dibujo donde la clasificación de Hubble se demuestra, citando de paso que la nomenclatura es la que se cita hoy en día astronómicamente cuando se trata de cualquier galaxia.

 


Hemos visto, pues, en síntesis esta clasificación, pero creemos que es interesante ir desglosando cada uno de éstos aparte, pues así al final, al hacer las consideraciones, pueda el lector situarse en lo que manifestamos.

 

  1. Son todas las galaxias elípticas de forma circular; citaremos como la más típica de ellas la NGC 4486 – Virgen.
  2. Todas las que llevan el indicativo 4 son las que tienen forma elíptica, pero en un estado intermedio. Ejemplo, la NGC 147 – Casiopea.
  3. Las que presentan la forma más aplanada se indican con el 7 y se sabe que son las de más rápida rotación. Ejemplo, la NGC 3115 – Sextante.
  4. En esta clasificación ya entramos dentro de las espirales normales y las citadas como Sa, son las que tienen un núcleo muy destacado y los brazos poco desarrollados. Ejemplo, la NGC 3368 – León.
  5. En éstas el núcleo ya destaca menos y los brazos son anchos y algo alargados. Ejemplo, la NGC 3031 – Osa Mayor.
  6. Son las de núcleo poco importante y espirales de gran desarrollo. Ejemplo, la NGC 598 – Triángulo.
  7. Se diferencian éstas de las anteriores citadas, pues los brazos de ellas parten de una barra formada a partir del núcleo y presentan dos condensaciones alargadas en los extremos de la barra. Ejemplo, la NGC 2859 – León Menor.
  8. Es del mismo tipo de barradas, pero el anillo nebular está roto y los brazos arrancan de los extremos de la barra. Ejemplo, la NGC 4699 – Virgen.
  9. Son de la misma familia, pero las espirales se manifiestan muy abiertas, semejando la prolongación de la misma barra. Ejemplo, la NGC 7479 – Pagaso.
  10.  

 

Ya tenéis una idea de cómo son las principales galaxias, más aún hay las de forma irregular que en este momento por no alargarnos no vienen al caso explicarlas detalladamente, pero sí decir que son las que podemos citar como nubes de estrellas y pequeñas nebulosas, ejemplos hay tales como la NGC 4449 de Magallanes y la NGC 4039 de la Osa Mayor.

 


En fin, ya veis en qué forma se nos presentan estas islas cósmicas, y no es de más recordar que dentro de estos formatos, en alguno de ellos –y quizás en cada uno de ellos– la vida también estará presente y que en cada una de ellas moren las humanidades que compañeras son de nosotros en el cosmos.

 


También es curioso de resaltar que es precisamente dentro de estas formaciones estelares donde los procesos de creación y final de la materia cósmica se manifiesta con mayor intensidad, pues conjuntamente a las estrellas y planetas que forman estas formaciones galácticas está presente el gas y el polvo, que en forma de nubes se viene llamando astronómicamente la materia interestelar y así está comprobado que la concentración de esta materia interestelar es la causante de la creación de nuevas estrellas, que periódicamente van sucediendo a las otras estrellas que ya han cumplimentado todo su ciclo de existencia. De esta forma, se comprueba que junto a las estrellas rojas que se ven en las galaxias y que son las más viejas, cuyo color rojo denota que han perdido ya toda su potencia calorífica, están las estrellas azules que por el contrario son las que en pocas palabras podríamos calificar de que acaban de nacer, como a su vez también se captan radiofuentes potentísimas que se sabe hoy en día son producidas por la acumulación y concentración de estas nubes de polvo interestelar, que al concentrarse de manera impresionante en potencia, hacen que las multuraciones que en su seno se producen en esta concentración, que el helio allí concentrado emita una intensa banda de emisión y que a su vez denota que se está formando una concentración de fuerza nuclear que dará paso al nacimiento de una nueva estrella.

 

 

Actualmente, por los estudios reunidos desde muchos años, se ha llegado a la conclusión –partiendo de la base de estudios sobre nuestra propia galaxia, la vía Láctea– de que aparecen por año unas 10 nuevas estrellas, pero que no significa que nazcan estas diez estrellas cada año, sino que la luminosidad de ellas llega a nosotros a esta proporción de diez nuevas por año, aunque actualmente, estudios más recientes, dicen que solamente es una estrella nueva por año la que nace verdaderamente y que esta cifra ha ido decreciendo con los años, pues si calculamos que nuestra galaxia tiene una antigüedad de diez mil millones de años y hay aproximadamente cien mil millones de estrellas, esta proporción se denota que está decreciendo la renovación y nacimiento de estrellas.

 


Quiere ello decir que si calculamos esto en nuestra galaxia, vemos que en galaxias lejanas –y  cuanto más lejanas de nosotros más lo comprobamos– la aparición de nuevas estrellas es en número superior a una por año, por lo cual en este dato se nos manifiesta que el Universo está en expansión y que cuanto más alejado es el objeto que existe del supuesto punto central del mismo, la vida aparece con mayor proporción, siendo a la inversa a los puntos que son más cercanos a este centro galáxico o cósmico, mejor dicho, donde la proporción de creación es inferior a la proporción a las estrellas rojas o finitas que se captan.

 


Así pues,  cuando astronómicamente indagamos hacia los lugares donde la vida puede manifestarse, debemos de pensar que hacia las galaxias que aparecen gran cantidad de estrellas rojas, la vida estará en un estado de finalización y por el contrario, donde el nacimiento y localización de estrellas azules, será el lugar donde aparece con mayor potencia el factor vida.

 


Por lo manifestado anteriormente podemos aún dar otra versión sobre esta vida y es que por lógica, si las civilizaciones técnicamente adelantadas es fruto de la madurez, duración y evolución, debemos de pensar que donde hay más posibilidades de encontrar una vida técnicamente superior y adelantada será todo el contrario de lo antes dicho de que en los alrededores de las estrellas azules la vida es renaciente, será en los márgenes de las estrellas rojas donde la probable vida estará en condiciones más adelantadas por su misma vejez que denota la estrella compañera.

 


Y esto nos viene abonado en que las radiaciones que hoy se estudian y se captan procedentes de la constelación del Triángulo, nos da la paradoja que del punto que se localiza su salida, hay precisamente una estrella enana roja en sus contornos.

 


Al tocar el tema de las galaxias podríamos extendernos hasta un máximo que no disponemos de páginas en K-7 pero ahora que hemos dado muy someramente cómo son y más o menos qué hay en ellas, cada lector puede ir incrementando lo manifestado por sus propios medios, recomendándole sí, de que cada vez que se introduzca dentro de cualquier galaxia y efectúe su estudio, vea en sí, que allí donde mira, es como un espejo de lo que hay aquí. En la forma las partes del Universo son diferentes, pero en el fondo no, en todas las partes hay de todo y es igual.

 

SEBASTIAN FONTRODONA BOADA

 

 



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