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HEMEROTECA- Tomo III
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SEPTIEMBRE 1975 – Año IV – Núm. 34

 

UNIVERSALISMO

CARTA UNIVERSAL 25-32

 

A LA CONQUISTA DEL ESPACIO… INTERNO

EQUILIBRIO

 

 

En nuestro tiempo cuando se habla tanto de los viajes y de la conquista en el espacio exterior de nuestro planeta, merced a una enorme evolución científica y tecnológica, se llega  ala conclusión que se está produciendo un temible desfase o que se ensancha peligrosamente el abismo que separa los mundos, externo e interno del hombre. Verdaderos mundos de actividad, de energía y de vida, en ambas riberas de nuestra conciencia, que de forma incomprensible permanecen prácticamente incomunicados debido a los tremendos errores del comportamiento humano.

 


Ciertamente cuando empezamos a tener alguna noción, por ligera que sea, de la realidad y grandeza de los niveles internos, no podemos por menos que sentir una verdadera preocupación, al contemplar como las grandes realizaciones del hombre, en los dominios exteriores y objetivos acaparan toda la atención, eclipsan casi por completo sus posibilidades cara a los procesos de la vida interna.

 


Afortunadamente, el ‘‘casi’’ indica la existencia de una puerta semiabierta pues si bien lamentablemente es escasa la gente que se dedica a la exploración del ‘‘espacio interno’’, hay quien investiga y explora, lo que muy bien podría ser la garantía de que aún dispone el género humano, en el sentido de intentar restablecer un equilibrio a todas luces alterado, pero que si no se consiguiera, el lado externo arrastraría a la humanidad a una nueva etapa de materialismo con escasos o nulos valores morales y espirituales, con una nueva forma de opresión y representación a base de procedimientos psicológicos valiéndose de las armas que las grandes organizaciones de poder tienen en sus manos, como son la sugestión directa e indirecta, alguna forma de subliminal, etc. logrando con ello la ruina de unos principios y unos valores considerados eternos e indispensables.
Quisiera hacer hincapié en esta eventual garantía sobre la que se podrían escribir largas cuartillas, resumiendo empero, con la afirmación que ella debe conducir inevitablemente al equilibrio.

 


No será necesario insistir en que nuestra vida, sociedad, mundo y universo subsisten gracias al equilibrio y que la falta o el derrumbamiento de éste enciende la luz verde a las convulsiones a todo nivel y de todo orden.

 


Equilibrio es Ley. Lo mismo en niveles espirituales que humanos, tanto morales como materiales, por tanto o tendemos al equilibrio interno-externo del hombre o contribuimos a su degeneración y final destrucción.

 

 

 

CONTRASTES

En esta dirección encontramos tristes y dramáticos ejemplos, como son las vastas regiones con inmensos países subdesarrollados en el mismo mundo donde existe la desarrollada y súper opulenta sociedad de consumo, con medios y recursos difícilmente soñados por nuestros antepasados.
Numerosos campeones, estrellas, acaudalados y políticos, después que en cierta fase de su vida han sido deslumbrados por la fama y los honores, caen posteriormente en un abismo profundo, y pasado el efímero período de triunfo son incapaces de subsistir como un miembro más de la familia humana, resbalando por los tenebrosos deslizaderos de la miseria moral y la frustración.

 


Por otro lado vemos como hombres realmente capacitados, verdaderos pozos de ciencia y de saber, agotan su gris existencia, sin reportar mayores beneficios ni perjuicios a la comunidad, discurriendo toda su vida sin pena ni gloria.

 


En el otro extremo apreciamos como hombres sencillos cuyos ojos se abrieron en las más humildes cunas, gracias a su audacia, a su indomable voluntad y a su espíritu de inagotable ambición, escalan puestos hasta alcanzar lugares respetables y prominentes.

 


Pero algunos de ellos cuyos subconsciente está dominado por las sombras negativos de lo que tuvo que enfrentar en los primeros años de su vida, se convierten en arietes de la reforma, muchas veces con tacto y diplomacia, pero otras abiertamente destructivos arrasando sin contemplaciones las estructuras que consideran opresoras y caducas.
Por ley de evolución y renovación en muchos casos resulta necesaria la aparición de fuertes personalidades, aunque al romper con el pasado sea a costa de dolor y sufrimientos. Lo que no está claro desde el punto de vista humano es el proceder de hombres situados en un torbellino de energía como puede ser en la cumbre de un partido, entronizado en una religión o secta, o bien situado en un puesto clave de un gobierno, y desde estas posiciones de fuerza mantienen guerras agotadoras –santas o no– poco importa, condenables en todo caso por la sangría que ellas representan, tanto si se desarrollan las contiendas a nivel bélico como moral o psicológico. Conocidos son los resultados del fanatismo y la intransigencia procedentes de la mente de quienes carecen del sentido verdadera proporción.

 


Deprimente y amenazadora es la mancha que se extiende en algún sector de la juventud. Muchísimos jóvenes inadaptados. Otros con ‘‘exceso de adaptación’’, agotando por turno los placeres humana y moralmente reprobables, en un medio saturado de recursos económicos y libertad mal entendida.

 

 

 

LAS ‘‘FUERZAS DEL BIEN’’

Tendría que hallarse una solución al problema de tan radicales contrastes, de tan opuestos extremos.
A esta solución puede contribuir, sin duda alguna, el ser consciente de nuestro universo interior y a ello contribuimos evidentemente siempre que exponemos esta importante realidad a la gran masa de la juventud sana, que en definitiva es mayoría, tanto como si esta experiencia es comunicada a esa otra juventud considerada como descarriada, pero cuyo móvil es en la mayoría de los casos una búsqueda infructuosa por caminos equivocados, de la paz, armonía y plenitud que otros lograron una vez descubierta la inagotable fuente interna de equilibrio y plena vivencia.

 


Los esfuerzos regeneradores y preventivos deben producirse antes que la parte sana quede contagiada con ejemplos y normas peligrosos. Antes que la estadística, en su larga y fría suma incluya suicidios, asesinatos, drogadictos y frustraciones. Antes que los desórdenes y la desintegración acaben por crear el clima mental y emocional propicio para que un grupo de dementes tomen las riendas del poder en algún país influyente y arrastren a la raza al holocausto. Antes en fin, que por muchos motivos resulte demasiado tarde.

 


Sería motivo de regocijo y fundada esperanza si tantos moralistas, religiosos, espiritualistas e idealistas dejaran de presentar como fines lo que tan sólo son medios. Si por encima de la idiosincrasia, estructuración e intereses sectoriales, se creara una atmósfera de comprensión, correcta relación y cooperación con libertad y limpieza. Si se trascendieran las anacrónicas fórmulas y reservas partidistas, sectarias y separatistas. Si en vez de aplicar las doctrinas del temor y del castigo, se abrieran las compuertas del amor, con actitud investigadora y experimental. Si, en una palabra, los representantes de Dios, de la Ley, de la Justicia; de los Estados, de los Grupos, etc. dejaran de diezmarse y agotarse en luchas, antagonismos y campañas que sólo pueden beneficiar a las fuerzas negativas y antihumanas.

 


Cuando se logre pensar, sentir, hablar y escribir en términos de una humanidad, una raza y una gran familia se habrá dado un gran paso, un gigantesco paso hacia la consecución de lo que tantos líderes y pensadores han buscado y… obstaculizado a la vez. De otro modo, ante una juventud más despierta y analítica ¿qué autoridad pueden tener unas fórmulas, unos conceptos, unos preceptos, unas doctrinas y unas leyes que se combaten entre sí, precisamente en nombre de Dios, de la Ley, de la Justicia y de la Verdad? ¿Qué confianza puede merecer este deprimente espectáculo que ofrecen las ‘‘fuerzas del bien’’ a los ya de por sí desequilibrados, tentados, débiles, y a los marcados con el estigma de tendencias nocivas?

 

 

 

UNA TÉCNICA SEGURA

Sin duda alguna, la meditación es una técnica con eficaces resultados y capaz de aportar sorprendentes experiencias en el proceso de espiritualización del hombre.
Es asimismo un factor profundamente regenerador, que proporciona gran energía y fuente de paz espiritual y material.
Tal vez sorprenda esta afirmación, pero nada tan fácil de comprobar. La meditación correctamente aplicada y realizada de acuerdo con unas reglas especiales, da como resultado, por añadidura, una profunda exploración del ‘‘espacio interior’’ del ser. Espacio, no por más desconocido y olvidado, menos real e importante.
Por tanto, el Conocimiento y la meditación constituyen para muchos una base sólida y, en general, una profunda esperanza. Cuanto antes tomemos conciencia de esta prometedora perspectiva menos riesgos inútiles habremos de afrontar.

 


Es curioso y nada alentador observar cómo una ciencia tan interesada en la exploración e investigación, se olvida de forma tan persistente como incomprensible de una disciplina probadamente eficaz, fuente de conocimiento y de sutiles energías como es la meditación, la exploración interior. Sus resultados se intuyen en prácticas religiosas aisladas, en retiros espirituales, en ejercicios y técnicas de yoga, en las profundas meditaciones del filósofo, en los largos períodos de oración y contemplación del místico, en las interminables horas de estudio y concentración del científico. Pero obligado es reconocer y afirmar que la fuente de la más dinámica y transformadora energía, situada precisamente en el interior de cada ser humano, necesita que se accione ese conmutador universal llamado Conocimiento, único modo de conectar con ese caudal purificador y energetizante –que por ignorancia permanece estático– con la fuente del Espíritu universal.

 


Es sumamente interesante observar cómo todas las grandezas que el hombre ha legado a la comunidad las extrajo y consiguió de ese tan misterioso e inexplorado mundo interno.

 


Difícilmente una gran realización ha producido otras grandes realizaciones. Todas las realmente incomparables son por naturaleza únicos o excepcionales y por su misma condición son originales, reflejando con su gran belleza que proceden de un universo de armonía, residente en todo ser humano pero al que sólo se asoman de vez en cuando los hombres creadores.

 

R. PLANAS ARGELICH

 

 

 

¿QUE ES EL CONOCIMIENTO?
Según Gurú Maharaj Ji, contestando una pregunta que le fue formulada en 1973 en los EE.UU.
El Conocimiento es la vibración, es la energía que nos mantiene vivos a cada momento. Vean todas esas plantas que crecen. Nos figuramos que esto lo demás allá las hace crecer. Vemos la Luz del Sol y nos parece muy hermosa. Miramos la Luna y nos parece bellísima, así como todos los paisajes. Contemplamos toda la naturaleza y nos parece hermosísima, pero no comprendemos eso que es más hermoso que todas las cosas, eso que sostiene todo, que hace que todo sobreviva.

 

 

de TIEMPOS DIVINOS. Buenos Aires

 

 

 



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