Hola, Invitado (Particular)
TU CARRITO   TOTAL: 0,00 €
Carrito
Sección actual: INICIO

REVISTA DIGITAL PRODUCTOS KARMA

HEMEROTECA- Tomo II
VOLVER A HEMEROTECA

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

JULIO 1974 – Año III – Núm. 20

 

PARAPSICOLOGIA

EN BUSCA DE LA FACIL VISION DEL ‘‘AURA’’ EL VEHICULO ETERICO

 
 

LAS EMANACIONES ENERGETICAS
PSICO-FISICAS, ¿SON REALMENTE
EL VEHICULO ETERICO (Aura)?

Las investigaciones proxémicas –vocablo formado por una raíz latina que significa ‘‘cercano’’ y una raíz griega, que viene a significar ‘‘huésped’’, extraño, extranjero, alienígena, etc.– nos muestran, en síntesis, que los límites de una persona, o de un animal, no comienzan ni terminan en su piel. Los seres humanos, y también los animales estamos rodeados por un ambiente inmaterial, análogo al espacio o límite territorial perfectamente delimitado que establecen entre sí ciertos mamíferos, y también las aves. Este modo de actuar de las aves fue establecido hace ya muchos años por dos famosos ornitólogos, uno de ellos norteamericano E. Thomas Gilliard y el otro, inglés, H. E. Howard, famoso en toda Inglaterra, pues es autor y editor al mismo tiempo, de sus obras y trabajos exhaustivos de investigación de ciertas aves. Como fácil detalle de identificación diremos que en 1920 publicó una estupenda obra titulada ‘‘Territory in bird life’’ (El territorio de las aves) que ha sido traducido en muchos países y muy querida de los ornitólogos de todo el mundo, pues se trata de una verdadera obra maestra.
También el famoso especialista en fisiología animal, doctor H. Hediger, de Zurich (Suiza) muy conocido en España por sus trabajos y periódicas visitas a los medios científicos, defendió la tesis siguiente: estableció que los animales y los seres humanos podían considerarse como rodeados por varias burbujas inmateriales, protectoras, de forma irregular, pero superpuestas y concéntricas (de vuelo, crítica, personal y social) y fue muy interesante que el doctor Eduardo T. Hall, profesor de antropología de Illinois, aceptara recientemente este criterio en su famoso libro: ‘‘The Hilden Dimensión’’ (La Dimensión Recóndita) estableciendo para el ser humano, después de infinidad de estudios, una gradación de cuatro distintas zonas, a saber: Zona íntima, que comprende hasta unos 45 cm. de cuerpo. Zona personal (espacio de la conversación privada) que abarca hasta un metro y veinte centímetros máximo; Zona Social (espacio de las reuniones sociales, o de trabajo diario) la cual llega hasta 3,5 metros. Y por último lo que llama Zona Pública, la que se extiende realmente a más de 3,5 metros.
Estas noticias, en su día, ya fueron publicadas en el diario ‘‘La Nación’’ de Buenos Aires, el 23 de Abril de 1970. La indicada información fue publicada en la sección ‘‘Ciencias’’ bajo los auspicios y firma del conocido periodista V. Morera. Posteriormente dicha noticia la vimos publicada en infinidad de revistas científicas europeas.
Realmente está nuevamente de actualidad todo cuanto se refiere de una u otra forma directa o indirectamente con el ‘‘efecto Kirlian’’, con su difícil estudio, y para algunos científicos, empieza ya el más severo de los análisis, de lo que podríamos llamar cuerpo sutil, auténtico enfoque espiritual de máxima actualidad, aunque poco se pueda decir de momento.
Pero ¡eso sí! Particularmente, sólo me resta felicitar a ciertos parapsicólogos que empiezan a comprender, pues ya era hora, que nosotros, occidentales, hiciéramos científicamente el más importante descubrimiento ‘‘indirecto’’: el ‘‘aura’’, aunque con otra denominación cuerpo bioplásmico, o sea el ‘‘cuerpo astral’’ mencionado desde la antigüedad por ocultistas y teósofos de todo el mundo. Y tengamos presente también, que los hindúes, ya conocían el ‘‘aura humana’’ desde milenios, y la literatura esotérica habla desde hace siglos de ella.
Reconozcamos que el deseo de todas las épocas ha sido siempre hacer visible el aura humana, aura que únicamente podían ver los sensitivos.
Es curioso que el célebre físico francés, natural de Nancy, Bondlot que desconocía las publicaciones y trabajos de Reichenbach, redescubrió el ‘‘od’’, al que llamaba ‘‘Rayos N’’ (N. por Nancy) e inventó la ‘‘Pantalla de Bondlot’’ llamada también, según el libro que estoy consultando, ‘‘Pantalla Fosforescente’’ o mejor diríamos, ‘‘Pantalla de sulfuro de calcio’’. Efectivamente la pantalla de sulfuro de calcio, en Julio de 1904 (no se indica el día) fue presentada a la Academia de Ciencias de París. Su construcción realmente era muy sencilla: Confeccionada en cartón negro, e impregnada con sulfuro de calcio, puesta en una habitación totalmente oscura, y acercando a la misma las manos, especialmente las puntas de los dedos, se hacía aparecer sobre dicha pantalla unos puntos luminosos tan fuertes, que era posible leer en su luz las cifras sobre la esfera de un reloj de aquella época, o sea un grueso reloj de bolsillo.
Pero ahora lo que interesa a muchos estudiosos es poder confeccionarse algún dispositivo fácil para poder hacer visible el ‘‘od’’ o ‘‘aura’’. Uno de los dispositivos podría muy bien ser la antigua ‘‘Pantalla de Kilner’’ que fue inventada en 1911 por el médico londinense Dr. W. Kilner, célebre por su carácter violento, pero al mismo tiempo por sus reconocidas aficiones al estudio de cierta fenomenología metapsíquica ‘‘objetiva’’: Dicha pantalla consistía en dos placas de vidrio (cristal) unidas entre sí a una distancia de pocos milímetros. El espacio vacío entre ambos vidrios era rellenado con una mezcla de Dieyanin y Carmín a partes iguales. Mirando a través de este dispositivo, personas con poca sensitividad, podían ver el aura de las personas. Según ensayos realizados por el médico vienés Dr. Feerhow, algo más del 50% de personas normales, no dotadas, pueden ver el aura a través de la pantalla de Kilner.
Ahora los viejos amigos, detractores, mecanicistas, materialistas. ¡Ah, los viejos amigos…! Podrían hacer sus experimentaciones, y comprobarían que mítica ‘‘aura’’ no es una fantasía, y hasta se puede convertir en auténtica experiencia de laboratorio, como lo están demostrando los científicos más mecanicistas del mundo, como son los soviéticos; y es una verdadera lástima que no haya asistido al último Congreso Internacional de Parapsicología celebrado en Moscú, pues más de uno, con lo que allí se comentó, habría sufrido un ‘‘shock’’ emotivo, como me comentaba hace unos días de profesor de parapsicología, argentino, que está de paso en nuestra ciudad.
Es curioso, que hace sólo diecisiete años, por ejemplo, los rusos le negaban todo valor al estudio de los fenómenos paranormales. En 1955, la Enciclopedia soviética definía a la parapsicología como ‘‘idealismo contrario a la ciencia’’. En 1970, la misma enciclopedia, ante el mismo vocablo, afirma: ‘‘La parapsicología es un conjunto de investigaciones psíquicas y biosíquicas sobre las posibilidades de percepción, y sobre las fuentes de energía todavía ocultas en la materia viva. La Parapsicología se interesa por las formas más nuevas de sensibilidad, por sus resultados y por las posibilidades límite del organismo humano’’ (Sic.: Giuseppe Granzzini. Blanco y Negro 11/11/72 noticias la cumbre ruso-norteamericana en Moscú, de parapsicología).
Realmente semejante cambio de actitud en su día causó asombro en la mayoría de los medios científicos; en los americanos, sobre todo. Stanley Krippner, director del ‘‘Maimonides Medical Center’’ de Nueva York dijo al respecto: ‘‘No pierden el tiempo en discutir, como se hace en Occidente, acerca de la existencia y de la viabilidad de los fenómenos paranormales, o de cosas y hechos que desde el primer instante no encajan con nuestra forma de ser. Los soviéticos tratan únicamente de descubrir todas las posibles formas de aprovechamiento de estos fenómenos en el terreno práctico. Además, por otra parte, creo que saben más cosas que nosotros…’’
En mi artículo anterior (1) ya indicaba que sobre el ‘‘efecto Kirlian’’ las noticias que se reciben son cada día más interesantes, lo que demuestra también el gran impacto que ha producido entre la mayoría de los científicos que estudian fenómenos parapsicológicos, pues ya da una idea la gran cantidad de artículos que van apareciendo en todas las revistas científicas, tanto europeas como americanas. Lo que las fotografías de los científicos soviéticos, Simeón Davidovich y Valentina Kirlian registraron, ha sido ubicado tanto por los rusos como americanos, como manifestaciones de ESP (percepción extrasensorial) pero aquí el sujeto que las registra es un ‘‘objeto’’, una cámara fotográfica. Habría que situar el fenómeno como paranormal o metafísico. La máquina ha revalidado al sensitivo… (todo llega…).
Pero como informa desde hace años el ingeniero Sigurd von Wuæmb por una parte, y por otra el ing. Hernani Gumaraes Andrade, del Departamento de Investigaciones del ‘‘Instituto Brasileño de Investigaciones Psicofísicas’’, de San Pablo, estos mismos efectos ya fueron registrados a fines del siglo pasado por el Sr. Lichtenberg, en 1679; por el médico escocés W. Maxwell, y cien años después por el médico vienés –que causó tanto furor en toda Europa–, Antón Mesmer, con lo cual se corroboró la posibilidad de la radiación llamada por los soviéticos ‘‘cuerpo bioplásmico’’, por los alemanes, ‘‘Od’’ ‘‘Luz Odica’’ o bien Fluido Odico, y por los belgas franceses ‘‘Fluido N.’’ Lo esencial, es que los soviéticos, aunque no sean realmente los primeros en detectar ‘‘ese cuerpo etérico, o aura’’ de los sensitivos, son los que han logrado registrarlo con absoluta objetividad, lo cual es de suma importancia para los científicos que parten de la rigurosa experimentación.
Y para los estudiosos de las ciencias ocultas, éste ha sido un paso de singular importancia. Pero para quienes sólo nos interese el auténtico avance científico dentro del campo de estudio de la parapsicología, el efecto Kirlian será de gran importancia antes de lo que nos figuramos. Lo que se conoce hasta ahora –y hay mucho más– es un auténtico registro de hechos, una acumulación de pruebas que dicen: esto ocurre, no es producto de la imaginación de hombres y mujeres paranoicos; no es mera superchería, son hechos que ocurren fuera de los límites de lo que la ciencia académica acepta. Este archivar datos es un registro de efectos, aún no se ha iniciado el estudio de las causas que los producen. La prudencia se ha detenido ante ellas. El ‘‘efecto Kirlian’’ está mostrando algo que existe dentro, fuera, alrededor, y en un todo de los organismos vivos, animales y vegetales, como radiaciones vivas –aura– (y sus colores) que el sensitivo nos diría por los mismos que son: aura del cuerpo espiritual, astral, mental, causal y del cuerpo etéreo; pero la fotografía ‘‘sólo’’ nos muestra colores, potencia de las radiaciones, y ‘‘roturas’’ a veces, cuando existe enfermedad, bien sea psíquica o somática; o bien ésta esté solamente en formación, como ya indicábamos en el artículo anterior. Aquí sí que podríamos detenernos y hacer comprender que los colores del ‘‘aura’’ no son fijos, precisamente, sino siempre cambiantes. Fijaos son solamente aquellos fundamentales, que demuestran al sensitivo, y mañana al científico, la espiritualidad de la persona que tenemos ante nosotros, las condiciones constantes del carácter, el talento, o costumbres arraigadas, hasta la personalidad. El aura del cuerpo etéreo, o doble etéreo, ‘‘es el molde a que ha de ajustarse el cuerpo físico denso del individuo ‘‘como expresaba C. W. Leadbeater en unos trabajos que fueron presentados en el último Congreso de Moscú. En el hombre sano, los ‘‘rayos’’ que forman el aura están agrupados en forma paralela, porque el ‘‘od’’ aura sobrante irradia del cuerpo con gran potencia (al revés de la persona enferma, efectiva ya, o en gestación). Estas irradiaciones téngase presente que rechazan los gérmenes de enfermedades. En la persona enferma, las irradiaciones de vida son dobladas hacia abajo, desorganizadas, y se cruzan especialmente sobre las partes enfermas del cuerpo. Esto, y todo el estudio, es lo que interesa a la medicina soviética. Lo que significan los colores del aura, así como una clara explicación de los diferentes ‘‘cuerpos’’ es muy extenso y lo dejaremos para otro artículo, aunque hay hipótesis muy complejas formuladas por célebres ocultistas y teósofos. Según ellos, y a vuela pluma, diremos que en el universo existen siete zonas o planos (estadios, etc.) que se penetran mutuamente. Por orden de densidad decreciente tendríamos: primero el plano físico, que es nuestro mundo habitual; segundo, el plano astral o emocional, que es aquel al que nos trasladamos cada noche durante el sueño, y también después de lo que llamamos ‘‘la muerte’’. Tercero: el plano mental, que es el del pensamiento. Cuarto: hay otros planos, entre ellos el búdico y el nirvánico.
Según esta hipótesis, de la escuela orientalista-filosófica, el hombre posee diversos cuerpos o vehículos correspondientes a esos diferentes planos: Primero: El cuerpo físico denso y visible dotado de un doble etéreo que absorbe la vitalidad solar. Segundo: el cuerpo astral o emocional, que es el instrumento de las emociones, deseos y pasiones, y el que elabora la sensación que el cuerpo físico siente a continuación. Tercero: El cuerpo mental que produce el pensamiento. Cuarto: El cuerpo causal o individualidad, llamado también ‘‘alma’’ o ‘‘ego’’.
Siempre según esta hipótesis, mientras que el cuerpo físico es moral, y los astral y mental, igualmente perecederos, y no duran más que una ‘‘encarnación’’ el cuerpo causal es inmortal y persiste a través de todas las encarnaciones, transmitiendo a las personalidades sucesivas todas las capacidades y cualidades adquiridas en las encarnaciones precedentes. Por lo que respecta a los demás atributos del hombre, en nuestra fase evolutivo actual sólo existen en estado de gérmenes.
Sobre este particular y analizando cuánto se ha indicado, el doctor Robert Tocquet, profesor de la Escuela de Antropología de París, y miembro del Comité Directivo del Instituto Metapsíquico Internacional, nos dice:
‘‘Claro es que sí, con la mayoría de los ocultistas, se consideran esos cuerpos astral, mental y causal como mediadores plásticos, la hipótesis es difícilmente defendible desde el punto de vista científico. En cambio se hace plausible si se asimilan a centros de fuerzas.’’
Las opiniones de los doctores J. B. Rhine, Pratt, Tort, y Stefenson, cuatro lumbreras, pertenecientes a la escuela idealista-espiritualista americana, difieren de la del doctor Tocquet, en mucho, pero como que ahora, precisamente en este artículo, dichas opiniones no nos interesan, lo dejaremos para su momento oportuno, pues será edificante poder constatar las opiniones de hoy, y precisamente en el campo más riguroso del cientifismo americano y soviético, ya que desgraciadamente, en los casos de fotografías paranormal, el de efecto Kirlian, y en el de las operaciones psíquicas (medicina psicohigiene) los parapsicólogos europeos no figuran precisamente en primera línea. Los hechos se comentan por sí solos.
He tratado anteriormente, pero de forma muy ligera, sobre la pantalla ‘‘Bondlot’’. Por si alguno quisiera confeccionarse una, veamos lo que se sabe sobre ella. La pantalla llamada de ‘‘Bondlot’’ es una vulgar pantalla fosforescente. Les copiaré lo que textualmente publicó en junio de 1908, el médico moscovita Naum Kotik a lo que llamaba ‘‘sus grandes experimentos con la pantalla de Sulfuro de Calcio’’ en su libro ‘‘Emanation der psychophysische Energie’’ (Emanaciones de la Energía Psico-física) y que en aquel entonces, prácticamente, no interesaron.
Decía: ‘‘Para mis experimentos me había confeccionado una pantalla redonda de cartón fuerte con un diámetro de 12 cm. Mezclé sulfuro de calcio en partes iguales con laca de Damara y lo apliqué en una capa fina (1/2 mm. de espesor) sobre el disco; al secar, la laca fija firmemente el sulfuro de calcio sobre la pantalla. Exponiendo la pantalla así preparada durante uno o dos segundos al sol, se ve luminosa en la oscuridad, por unos 8 ó 10 minutos. Guardé la pantalla así preparada en un lugar oscuro y seco. Luego la puse en la cabeza de una persona con la que experimento continuamente; le pido que repita en su pensamiento una frase dada, o que haga cálculos matemáticos. Inmediatamente el borde del disco toma cierta luminosidad. Repetí el ensayo con otras personas, y obtuve siempre el mismo resultado: aparición de luminosidad, que desaparece al terminar el pensamiento. Al aplicar la pantalla sobre las manos de la persona con que se experimentaba, la luminosidad era aún más fuerte que cuando se le colocaba sobre la cabeza, durante el acto de pensamiento.’’ (Copiado textualmente.)
Estos artículos y otros que seguirán sobre temas de vanguardia en el mundo, como son el efecto Kirlian, las fotografías paranormales (fotografías del pensamiento, por una parte, y de otra clase de fotografías más misteriosas todavía), las operaciones psíquicas; el desarrollo y aplicación práctica del inmenso poder de la mente (2); la realidad, científicamente comprobada del viaje astral, etc. etc. son como ‘‘una apertura’’ hacia importantes temas que en otras latitudes son corrientes, como lo son actualmente el gran interés científico existente por cientos trabajos memoria extracerebral. Ahora bien, estos artículos son puramente informativos, de conocimiento ¡nada más! y quizás en algunas ocasiones, yo mismo, no esté totalmente identificado con ciertas teorías, o digamos mejor, hipótesis de trabajo. Espero que decirlo así en esta ocasión, quede salvada cierta objeción, digamos científica, de un reconocido psiquiatra y parapsicólogo, y amigo por añadidura.
Pero, sí que todos, sean de la escuela o postulado que sean, y sean cuales sean sus creencias religiosas, no se olviden que en el mundo, la ciencia en plena crisis explosiva comunica a la ciencia paranormal una nueva audacia, siempre en aumento, situando poco a poco muchas de las realidades desconocidas en la perspectiva de una nueva hiperbiología o de una hiperfísica, que de golpe, es muy difícil de comprender…
¿Estamos de acuerdo?
Si algún lector ingenioso, tiene ahora la oportunidad de construir alguna de las dos clases de pantallas indicadas anteriormente, anticipadamente ya puede tener la seguridad de poderlas mejorar, pues las condiciones, los materiales, y los mismos conocimientos científicos, son muy superiores en la actualidad, pero en todas las cosas es… atinar en hacerlo sabiendo para lo que sirve. Los dos sistemas, como se ha visto, son diferentes y no podría aconsejar cuál es el más indicado para un profano, aunque muy interesante –según mi opinión– sea la pantalla llamada de ‘‘Kilner’’ dadas las muchas referencias que hay sobre la misma.’’
Sólo me resta decirles que si alguno la fabricara, y trabajando con ella consiguiera –como espero– buenas experiencias, me gustaría de ser posible, conocerlas para así poder constatarlas con las ya existentes; pero principalmente tener conocimiento real de experiencias personales, sin interferencias ‘‘científicas’’… de nadie. ¿De acuerdo? ¡Gracias!
En dicho caso ruego se pongan en comunicación conmigo, directamente.


 

ROCA MUNTAÑOLA


 

1. El ‘‘AURA, VEHICULO ETERICO Y EL EFECTO KIRLIAN’’. Artículo publicado en KARMA-7 en mayo de 1974.
2. Un capítulo de la Energía Mental, obra recién publicada en la Argentina, con el seudónimo de Roc Steiger..


 

En el número 24 de la revista KARMA-7
J. ROCA MUNTAÑOLA NOS INFORMA QUE:

Sobre la cámara de Kirlian, algunos lectores muestran dudas pues creen que se trata de una cámara fotográfica más o menos corriente. Nada de eso. El método consiste en la obtención únicamente del espectro de determinada estructura no eléctrica de un objeto, mediante la excitación provocada por un campo eléctrico de alta frecuencia. El campo eléctrico desplazará iones o cargas eléctricas a través de aquella estructura, proyectándolos sobre una placa, o película, sensible, donde se formará la imagen espectral típica del objeto a investigar, como puede ser una hoja, una flor, un pequeño animal, un mineral, etc.
La distribución de las cargas sobre dicha placa fotográfica dependerá en parte de las características fisioquímicas de los objetos. En circunstancias particulares, el espectro podrá indicar en forma muy eficiente las alteraciones sufridas por el objeto en virtud de factores endógenos o exógenos.
Añadiré también que según el Departamento de Investigación del Instituto Brasileño de Investigaciones Psicobiofísicas, de San Pablo, dice el Ingeniero técnico Don H. Guimaraes Andrade, director de dicho departamento de investigación, que las observaciones del efecto Kirlian revelaron que, en campos eléctricos de alta frecuencia, todos los objetos, inclusive los organismos vivos, pueden emitir tales autoirradiaciones. Son emisiones auto-electrónicas o auto-iónicas. Los soviéticos dieron a estos modelos de auto-irradiación la denominación de ‘‘campos bioplásmicos’’.
Las emisiones resultantes de los ‘‘campos bioplásmicos’’ tienen particularidades que hacen suponer la existencia de un modelo energético de naturaleza aún mal definida, cuyas propiedades parecen diferir de aquellas exclusivamente fisioquímicas que podrían originar tal espectro de autoemisión. Por eso el referido modelo energético recibe el nombre de ‘‘cuerpo bioplástico’’.
Espero con ello quede aclarado un punto que, reconozco, era primordial para ciertos estudios que se están realizando. Si los doctores C.R.S. de Zaragoza y A.B.L. de Madrid precisan más detalles, estoy a su disposición.

ROCA MUNTAÑOLA


 

 

 

Volver a Hemeroteca

 

Esta página web usa cookies

Este sitio web utiliza cookies y/o tecnologías similares que almacenan y recuperan información cuando navegas. En general, estas tecnologías pueden servir para finalidades muy diversas, como, por ejemplo, reconocerte como usuario, obtener información sobre tus hábitos de navegación, o personalizar la forma en que se muestra el contenido. Los usos concretos que hacemos de estas tecnologías se describen aquí: política de cookies

Funcionales
Siempre activo
Analíticas
Son aquellas que, tratadas por nosotros o por terceros, nos permiten cuantificar el número de usuarios y realizar la medición y análisis estadístico del uso de este sitio web. Para ello se analiza su navegación en nuestra página web con el fin de mejorar la oferta de productos o servicios que le ofrecemos.
Marketing
Son aquellas que, tratadas por nosotros o por terceros, nos permiten analizar sus hábitos de navegación en Internet para que podamos mostrarle publicidad relacionada con su perfil de navegación.